Por José Núñez.
Ciertamente, muchos nos hemos preguntado, especialmente los que le damos algún tipo de seguimiento al devenir político del país, por qué el temor a lo que pueda decir el doctor Leonel Fernández en el acto del 26 de agosto próximo.
Pero resulta y viene a ser, que el temor a lo que exprese Leonel Fernández no es por la gente ni los partidos de la oposición al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana -PLD-, de sus fuerzas aliadas y de sectores importantísimo de la Sociedad Civil organizada, la cual está representada en algunos que otros sectores vitales del erario, la preocupación evidente es a lo interno de su propio partido.
Preocupación o temor que no es por la cantidad de gente que pueda ir tras el apoyo del expresidente Fernández, porque nadie duda en este país de la popularidad del más carismático de nuestros políticos, y a la sazón del tema, el líder del PLD. Lo que está creando incertidumbre con relación al acto del 26 de agosto, es lo que este caballero pueda decir en el mismo, es decir, si definitivamente va como pre candidato presidencial contra quien o quienes sean.
Los temores se han acrecentados toda vez que siguen en crecimiento las voces de personalidades que les piden a Leonel Fernández, que anuncie formalmente este 26 de agosto que se inscribirá como precandidato presidencial por su partido.
Ahora viene la pregunta, ¿por qué los temores con lo que pueda decir el presidente del PLD el día 26 de agosto?, estas son mis tres hipótesis.
Primera hipótesis, es que resulta algo engorroso que se quiera volver a obstaculizar al líder del partido morado retorciendo la Carta Magna contra planteamientos históricos y del pasado reciente en el accionar de un supuesto fortalecimiento institucional de los gobiernos del PLD, sería un golpe final a la ética del Estado actual.
Segunda hipótesis, muchos piensan que si un Leonel Fernández fortalecido como luce, anunciando su proyecto presidencial como un hecho irrefutable, él que tiene números más que convincentes de que puede ganar, cuál sería el discurso de los reeleccionistas, ¿y otra vez?
Tercera y última hipótesis, la nueva Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas. Esta pone fecha en las inscripciones formales de las precandidaturas, la cual en nada favorece la jugada política de mecha larga, para el final, en pro de una segunda reelección presidencial.
Sobre nuestra primera hipótesis, todo el mundo soporta un primer arrinconamiento, y máximamente si te agarran confiado, desprevenido y utilizando malas artes políticas, aunque los descuidos no tengan justificaciones en un político ducho, pero en una segunda ocasión y estando usted ya avisado, golpeado y preparado, éste segundo intento trae algo seguro, el conflicto divisionista y la salida automática del poder en cualquier partido del sistema, después de ahí, a Dios que los proteja tanto como a la organización que fundó el profesor Juan Bosch.
El segundo planteamiento es más frontal y menos filosófico, ya que un Leonel Fernández con un proyecto presidencial como un hecho, usted lo enfrenta o le deja el camino libre, obviamente, lo lógico a lo interno de cualquier partido que actúe con racionalidad, es apoyar al candidato que garantice la unidad y el triunfo, lo demás, solo son ideas de los descomprometidos con la organización, y que a la hora cero, en la desgracia, no van a estar ahí.
Y para ponerles más sazón al tema de las candidaturas en el PLD, nuestra tercera hipótesis versa sobre la vetusta y bullosa hasta el hastío, la popularmente llamada Ley de Partidos, la cual trae algo que muchos ignoran, pone un freno a los deseos reeleccionistas de hacerla en los meses finales, ahora hay fecha para las inscripciones de las precandidaturas internas (Julio del 2019), no existe mucho tiempo para travesuras de último momento.
En este contexto, los pedidos de personalidades para que Leonel Fernández anuncie sus aspiraciones presidenciales para el 2020 en el acto del domingo 26 de agosto de este mes, los temores que ha despertado exclusivamente entre muchos del sector reeleccionista, son cosas justificadas de ambos lados y desde el punto de vista de los intereses políticos grupales, no así desde una visión institucional.
Pero en conclusión, la bola está en la cancha del hombre de los dos millones de firmas para su proyecto presidencial.
La decisión es suya líder…